Lo de multiplicar los panes y los peces, caminar sobre las aguas y resucitar a Lázaro, está bien y queda resultón.
Pero lo de poner en redes «No puedo publicar nada porque no tengo Internet» es otro nivel de milagro. Se conoce que para avisar se ha conectao a la minipimer, a la Thermomix, o a la RENFE.
Que esa es otra: ¿Pa qué avisas? La gente puede sobrevivir media hora sin tus selfies borrosos.
Es más: apuesto a que si les dan a elegir entre una guantá y ver tus selfies sepsis que parece que han untao la lente la cámara con manteca, prefieren que los atropelle un trailer de 50 ejes.
De mayor también quiero ser persona automedicada que hace milagros tecnológicos. No sé: inventar el botijo inalámbrico, el tanga de Uralita o algo a ese nivel. Menos mal que ya es jueves.