Iba a escribir acerca de personas empoderadas y seguras de sí mismas que se maquillan mucho, se hacen una foto y, por lo que fuere, luego la filtran. Es como llevar chaleco antibalas y ponerse una rebequina por encima pa que pare mejor las balas. Pero no. Hoy voy a escribir sobre la última pínícula de Indiana Jones. Espero que sea verdad lo de que es la última.
A ver, la peli entera no la he visto porque prefiero que me opere de fimosis Freddy Krueger pasao de pimplar mistela. Pero así, básicamente, tiene todos los ingredientes de las pelis de Indiana Jones. A saber:
.-Una manga de señores natsis muy malísimos.
.-Una manga de esbirros tontos del culo que van con los señores natsis, que al primer soplamocos se caen de la moto con sidecar y se esmorran contra un eucalipto. Y además, Indy les manga la moto.
.-Estatuas de cartón piedra. Si son de algún dios griego, les aprietas el cojón izquierdo y se abre una puerta secreta que lleva 2000 años cerrada porque a nadie se le había ocurrido apretar el cojón. Si la estatua es de alguna deidad azteca, es menester meterles el dedo en el orto para que se abra el portón. ¡Ah! Indy sabe que había que apretar el cojón por un poema griego que leyó en un antiguo sobre de azúcar: «…y se alzarán los justos al caer el rayo vengador de Zeus donde yacen los espíritus de quienes vieron el camino del Pollastheryon». Ajá.
.-Alternativamente, puede ser preciso encontrar en Guinea Papúa una joya hortera con algún nombre hortera rollo «el Ojo de Hekhmet» e irse hasta la isla de Kawahanna, donde hay una cueva secreta de acceso imposible llena de cadáveres que se han ido comiendo todas las trampas. Esos cadáveres simbolizan la gente que se come TODOS Y CADA UNO de los virus y mierdas que hay por Facebook y luego flipan de que les hayan jaqueao la cuenta. La cueva es secreta, pero hay dos mil cadáveres sólo en el hall.
.-El ojo de Hekhmet, como todo el mundo sabe, hay que encajarlo en un disco solar que hay en una pared pa que se abra el portón tras el que se oculta la tumba de alguien, el miembro incorrupto de Rasputín o un Tamagotchi antiguo que permite destruir el universo entero como quien se rasca el escroto. Y los natsis, que son unos caprichosos, se quieren apoderar de él. Del Tamagotchi. Escroto ya tienen.
.-Señores norteafricanos que llevan cimitarras y otras armas blancas, pero no se dan maña con ellas porque acaban clavándoselas a uno de los suyos o a sí mismos. Son a las cimitarras lo que Pepe Viyuela a plegar dos sillas de playa.
.-Motocarros que van a 200 por hora por las callejuelas del casco antiguo de alguna ciudad decadente donde los mulos derrapan si dan la vuelta a la esquina demasiado rápido.
.-Mención aparte merecen los de los puestos ambulantes, que son tan imbéciles que sabiendo que van a venir Indiana y los Natsis a llevárselo todo por delante en la persecución, siguen poniendo el tenderete en mitad del medio. Y no lo tienen asegurao con la Mutua Ambulante. Ni que fueran votantes, joder.
Y así en general, poco más puedo decir. Dejé de verla poco después de que, como estaban buscando la tumba de Arquímedes, Indiana tuviese claro que había que meter piedras en una bañera roñosa que llevaba ahí 2000 años estancada para que por el principio de Arquímedes el agua desbordara colándose por unos sensores hidrométricos que activaban el mecanismo de entrada al sótano de la cueva. ¡Que te folle un rorcual, pesao!
Luego, profanaban la tumba de Arquímedes, que tenía entre sus huesos la mitad de un radiocasete Pioneer extraíble, que juntándolo con la otra mitad que tenía el natsi malo, que llegó justo en ese momento, permitía gobernar el mundo o alguna movida gordísima de ese palo.
Buenísima. No la recomiendo ni a mi peor enemigo. Bueno, a ese sí.