Dicen los expertos que la bacteria en cuestión ha ido al gimnasio y le ha dado a los anabolizantes sin tiento ni conocimiento alguno y se transmite de persona a persona y a través de la carne picada. Por la misma regla de tres desde el Ministerio de Medio Ambiente, Medio Rural y Marino de España (lo que viene siendo el departamento responsable de la cosa de la contaminación, las cosicas del campo y de la mar procelosa) podrían haber manifestado que la infección proviene de la hamburguesa, que de todos es conocido que está hecha de carne picada de animal o vegetal muerto y se inventó en Hamburgo, lo mismo que la ensaladilla rusa es originaria del mismo centro de Vladivostok. Puestos a razonar… ¡Nos ha jodido Mayo con sus flores y Junio con sus sayos!
Dicen las malas lenguas que el mismísimo Dr. House (Gregory, para los escasos amigos), ha decidido que ya no le va a poner pepino a la tónica «eschegüepes» no sea el demonio que le vaya a dar sarcoidosis, amiloidosis, lupus, o cualquiera de esas guarradas médicas con las que tiene que lidiar cada día. Bastante tiene el hombre con la bicodina como para buscarse más problemas hortofrutícolas a lo tonto.
La conclusión es clara. Pintamos menos en Europa que un rotulador de los chinos con el tapón mordido. Y no es que que sea muy partidario de boicotear al Lidl por su parida de publicar que sus pepinos no son españoles porque los currantes no tienen ninguna culpa, pero un sustillo sí que les daba. La calidad no será cara, pero desde luego la inteligencia y el sentido común son bastante escasos, amiguitos de Lidl España. Vosotros a lo vuestro.
Como tenemos pocos problemas, sólo nos faltaba la ola de paro que va a sacudir a las cooperativas agrícolas porque un asesor de la ministra alemana le ha sugerido que le eche la culpa al pepino español. Total, ¿Qué más da? Al fin y al cabo somos esos vagos del sur que vivimos gracias a ellos, que nos pasamos la vida de vacaciones y que tenemos que currar más horas y tener menos descansos.
Por lo que a mí respecta, les diría a nuestros vecinos del norte que «Menos samba e mais trabalhar», y que se metan con uno de su talla, porque con nosotros es demasiado fácil. Y a nuestros vecinos dirigentes les diría que se den una vuelta por Bruselas y que suban un poco el listón siempre que sus problemas sucesorios se lo permitan. Del tema del (pe)pino que le planta la prensa al Rey en su regia barriga ya hablaremos otro día.
Mientras tanto, compañeros de fatigas, pepino tintorro y Rock and Roll que esto son cuatro días y tres de ellos llueve.
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PS: sepan los sufridos lectores que algún usuario (o usuaria, o usuarie, para que nadie se ofenda) de Facebook haciendo legítimo uso de su sentido democrático y de su amplia concepción de la libertad de expresión ha denunciado este blog como inapropiado, ofensivo, o alguna cosa parecida en dicha red social y por tanto cada vez que intento compartir una entrada, se me informa de la situación invitándome amablemente a que contacte con ellos, cosa que ya he hecho, pero mientras tanto, nada de compartir publicaciones manchadas de incorrección política, o moral, o vete tú a saber. Quiero manifestar por este medio mi emoción y agradecimiento al ser distinguido con el alto honor de ser censurado. Ya tengo algunas conclusiones que sacar y algo que contarles a mis nietos. Estoy por hacer recordatorios y un álbum de fotos vestido de marinerito que diga en la portada en letras de oro: «Recuerdo de Mi Primera Excomunión»
Mientras tanto, nos seguiremos viendo por aquí (y también por Facebook gracias a unos trajes de camuflaje que me he comprado en el todo a cien informático, pero no se lo digan a nadie, que es un secreto). Por mi parte, muchas gracias a los que me leen, e incluso a los que me censuran, por hacer la vida más plural y más divertida, aunque la verdad es que las críticas me parecen más interesantes en forma de debate, para que todos tengamos las mismas oportunidades. Mucho mejor discutir las cosas amigable y dialécticamente que ir a «chivarse a la profe». Donde va a parar…