-… y tomando el pimpirimpín, lo repartió a sus discípulos diciendo…

-¡Padre Arrigontzabeitia! Yo pa mí que así no era, ¿eh?

-¡AHIVADIOS! ¿QUIÉN ES EL CURA AQUÍ PUES? ¡COMO BAJE DEL PÚLPITO, ENSALADA DE HOSTIAS HAY! ¿EEEEEEH?

-Arkaitz, deja al padre Arrigontzabeitia, que es el que sabe de estas cosas…

-A ver por dónde iba pues… ¡Ah, calla! Este es el Cordero de Dios, coges y con bien de aceite rehogas y luego sacas. Ajos y cebolla ahí, como si fuera gratis ¡y fríes, joder! Cuando eso dora, metes cordero otra vez y echas chorrete vino bueno. Pimiento choricero pones, y eso quita pecado del mundo y lo que haga falta ¿eeeeeh?

-Pues una cosa te digo, Nekane: yo ahí, cabezón estoy ¿eh? ¡Que esto así no era, joder! ¡No vuelvo más a las misas de este señor!

-…dichosos los invitados a la cena del Señor ¡Ahí va cómo nos vamos a poner, joder! ¡Hala! ¡En paz podéis ir, maitia! Me desalojan el templo, que me ha entrao un tripazorri de la hostia. Y el domingo aquí como clavos ¿eh? Menos Arkaitz, que es un tontolari y un sinsorgo…

-¡Hala! ¡Otra vez que has quedao como Kagantxo en Basauri! ¡Si es que no eres más Kretinolari porque no entrenas, hijo!

-¡Jo…!