El tema de los selfies es apasionante. Antes se llamaban autorretratos y se hacían al óleo, al fresco, al temple, o a lo que se tuviera a mano. Eran tiempos muy duros porque para hacerte un selfie tenías que hacer noche donde estuvieras. Y eso si eras un chapuzas. Si eras bueno, eso llevaba dos o tres días por lo menos, porque aquello tenía que secar en condiciones. Eso sí que eran selfies de verdad. Ahí, a lo Van Gogh.

-Hola, buenas. Soy Van Gogh y quería habitación para un par de noches.

-¡Ajáaaa! ¿Se va a hacer un selfie, verdad?

-Sí señor.

-Debe usted ser de los buenos. Anoche estuvo un artista conceptual de esos, y alquiló la habitación para media hora. Catorce selfies se hizo el payo. Bueno, ¿La habitación la quiere con almohada para las dos orejas?

-¡Joputa!

Claro, eran otros tiempos. Ahora ya, con el asunto de los esmarfones te haces un autorretrato y si te da la gana, sales hasta bien.

-¡Ay, qué súper natural he salido en este autorretrato!

-Ponle filtros, no vaya a ser que se te reconozca o algo

-Bueno, pero sólo un poco. Lo que es que se me quiten un poco los poros.

Y el resultado es mayormente un DIN A4, que sales sin poros, sin nariz y sin ná. Una cosa divina.

-Mary, qué guapa sales en este autorretrato ¡No pareces tú! Es más: ¡No pareces humana!

-¡Japuta!

Atendiendo a la actitud que se muestra en el autorretrato, he podido observar algunas categorías reconocibles. A saber:

1.- El selfie «#SinFiltros«. Este tipo es muy habitual. Se reconocen porque la persona humana sale sin nariz. Como Voldemort. Se conoce que son personas que respiran por esporas, o bien que ya venían respiradas de casa. No existen las glándulas sudoríparas, por lo que la sudó se queda dentro y no puede salir.

2.-El Selfie «Me he pillao a mí misma casualmente sin darme cuenta ni nada». Muy habitual también. Es como que estás ahí a tu bola, tomándote una #CervecitaFresquita en una terraza, y te autosacas un autorretrato a traición. Sin avisar. Y eso se sube solo al Instagram, al Facebook y a la Hojaparroquial.com con un hashtag que dice: «#AquíSufriendo #PeroSinDarmeCuentaNiNada. Es notable, que el retratado nunca sale sacándose un moco o hurgándose el cerumen.

3.-El selfie «Espejero». Buenísimo. Tiene la ventaja de que sales tú y el móvil. Una vez un señor hizo un selfie del selfie del selfie de la cámara, y el universo implosionó, a resultas de lo cual se creó el reguetón, pero eso es otro tema. En el selfie espejero, da mucho caché que salga también el portarrollos del papel tualete.y la tapa del bidé.

4.-El selfie «Make America Great Again». Eso es impresionante. Hay que autorretatarse así ligeramente de lado, mirando hacia la línea del horizonte pero un poco más arriba, como si nada te fuera ajeno y a la vez te importara todo una mierda. A lo Donaltrán. También se conoce como selfie «Estoy metido en el agua hasta la cintura y observo el futuro mientras me echo una meadita muy agustico».

Hay muchos otros tipos de selfie, como el selfie «Estoy sorbiendo el fondo del vaso con la pajita, pero ya no queda ná y suena «frrrrrrrrrrrrrrrrrr». También conocido como selfie «De poner morritos». O el famoso selfie de «Foto de perfil de persona mayor», que siempre se hace desde abajo y sólo se ve de la nariz p’arriba y la lámpara del techo. Como asomándose. Pero sería muy prolijo extenderse con esas cuestiones. Por eso, como analista de selfies, me voy a permitir exponer un quinto tipo de selfie muy complejo y lleno de connotaciones:

5- Selfie «Señor mayor con abeja en la nariz». También conocido como selfie «Acabo de abrir la factura de la luz y m’ha dao un tabardillo al vel-la» Se trata de un autorretrato muy avanzado, y por eso dejo aquí un ejemplo impecable. ¡Atiende p’ahí!:

 

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