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Igual hay que desconfiar un poquillo de las «informaciones» que nos comparten, y a nuestra vez compartimos alegremente , y que no son más que capturas de pantalla. O sea, una puñetera imagen sin más. Sin enlace a la fuente original de la que, según la captura de pantalla, procede la información. Porque eso es tanto como tirar la piedra y esconder la mano sólo porque la mierda que estamos difundiendo conviene a nuestra ideología. Y esto va por diestra y siniestra, que hay algunos que ya os vale el autorretrato que os estáis haciendo. Os está quedando divino.

Si ya los medios «serios» publican información -digámoslo así- no siempre todo lo contrastada que sería deseable, no hablemos ya de la fiabilidad que pueden tener esas mierdas a las que me refiero. Porque cualquiera, con cualquier aplicación cutre del móvil, puede modificar, cambiar, cortar y enguarrar las cosas a su antojo. Y cualquiera puede contar, si se le canta por el orto, que el virus venía con el envase grande del Cola Cao, o que lo inventó Sánchez, Casado, Lina Morgan o su puta madre. Claro, que sea verdad es lo de menos. Lo que importa es serruchar. Y eso cuenta para los que les parecía estupendi lerendi que se recortara en servicios básicos, y para adalides de causas dudosas que no está muy claro si sirven para algo más que para vivir cómodamente a costa de fondos públicos. Que ya -iba a decir «nos» pero hablaré por mí mismo- me tenéis hasta el arco de triunfo.

Y no digamos ya, del epítome de la desinformación: si escribes por tu cuenta y riesgo un «titular» inventao en Facebook, basado en algo que dices que escuchaste, viste, o leíste, por lo menos haz el favor de compartir la fuente donde lo escuchaste, viste o leíste. Para saber quién, o qué entidad es responsable de haber emitido esa información y dar la oportunidad de que cada cual pueda contrastarla mínimamente.

Y no me sirve el rollo de «es que no sé cómo se hace». Porque tiene cojones saber hacer una captura de pantalla y compartir por tierra mar y aire, y no saber pulsar el botón «Compartir» que cada noticia, cada medio, cada red social, tiene al final BIEN VISIBLE. Que manda huevos que veáis fantasmas por todas partes, y sepáis a qué hora caga el vecino o tengáis vigilado desde el balcón a todo bicho viviente, atentos a vociferar y afear conductas como agentes autonombrados de la policía política, y no veáis el puto botón. Es acojonante lo de la visión selectiva.

Y los que comparten bulos empezando por un «no sé si será verdad, pero…». Mira: eso ya es que es de lo peor. Si tienes serias dudas de que sea cierto, y aún así aplicas el «tira que libras» conscientemente, CÁLLATE y no divulgues más mierda. Que de eso, justo ahora, podemos prescindir más que nunca. Y deja ya de confundir la libertad de expresión con el bulo, el chisme y la especie más miserable. Que, aunque no te lo parezca, son cosas diferentes. Que ya sólo falta que nos expliquen estas cosas básicas con marionetas. A ver si así…

Y dicho esto, parece que se ha quedao buen día oigan.