Yo no es por ser agorero, pero habida cuenta de que estamos a día 28 y ya hemos tenido meteoritos, terremotos, incendios, fábricas de vacunas más estresadas que Paquirrín en una notaría, una manada de varoniles ñuses asaltando el Capitolio con la punta la chorra, vacunas que las tienen que poner a escupitajos en el ojo por falta de jeringuillas que rebañen bien rebañao el frasco, y alcaldes que van tranquilamente sin meterse con nadie caminando por sus bellas pedanías, y sufren de repente una terrible picadura de vacuna totalmente involuntaria. Y eso pa ir abriendo boca y en sin haber terminao siquiera de tachar enero en el calendario cuqui de Mr. Güonderful.

Y sin ánimo de malmeter, ya sabemos que TODAS las movidas chungas de China acaban llegando aquí inevitablemente. Esto ya lo deberíamos saber hace añísimos gracias a los bazares y las cosas güenas y duraderas que expenden, pero a pesar de ello no lo vimos venir. Aquel reloj de los chinos que compraste a las 18:35 horas y se te jodió a las 14:10 del día anterior debería haberte dado pistas. Semos asín. No se podía saber.Estamos entavía a 28 de enero del año del/la Señor/a de 2021: nos cuentan que hay millones de chinos sometiéndose a PCR’s, pero ahora por el ojete, que es más preciso. Que a este paso no van a quedar chinos con los ojos rasgaos. China va a parecer una convención de 1.400 millones de personajes de los Simpson. En fin que sólo digo que ¡HOSTIA, QUÉ AUGURIO MÁS CHUNGO!

Por cierto, según parece, la PCR por el orto recibe el nombre técnico de «frotis anal», que me parece muy bien porque es descriptivo que te cagas. Que está muy bien llamao así porque cogen un hisopo estéril, que ya me dirás pa qué, si total se va a llenar de mierda en ná y menos, como si fuera un vulgar traje de Primera Comunión. Luego te piden que te subas de rodillas y a calzón quitao a una banqueta de cocina de las de agujero en el medio, y ahí se produce un «insert coin» hasta el mango del hisopo en cuestión. Entonces ya, la persona encargada del asunto, que eso no está pagao, procede a un froti-froti con movimiento de vaivén las veces que sea menester, hasta que aquello toma todas las muestras que haya que tomar, y ¡Voilà! Luego eso lo tiene que analizar otro, que también está muy mal pagao, y eso que no sé lo que cobra. Pero no lo suficiente. Eso fijo.Claro, ahora entiendo lo de «tener más mierda que’l palo un gallinero». Pero ahora el palo se llama hisopo, que es como un palo de gallinero pero más fino y flexible por cuestiones prácticas y logísticas.

Imagínate qué movida hacer laboratorios con capacidad para analizar palos de gallinero. Claro, está todo pensao, porque cada microscopio tendría que ser del tamaño de un Dodge Dar, y eso no sería práctico. Bueno, no está todo pensao. Por ejemplo lo de las jeringuillas y eso, no. Y lo de casi todo lo demás tampoco, pero eso es otro tema.

Y para finalizar sólo quería añadir que por una regla de tres muy sencilla, si consideramos que para el tema vacunas han caído en la cuenta de que no había bastantes jeringuillas de las de arrebañar bien el bote, para el asunto de las PCR por el orto, lo mismo no hay bastantes hisopos de orto, también conocidos técnicamente como «Palos ortofróticos pa’l culo».

Habrá quien diga «Bueno, ¿Y qué?»Pues que aquí en España hemos inventao la fregona. Tenemos fábricas de Vileda estratégicamente repartidas por todas partes. Los Mercadonas petaos de mochos. Y los carrefures. Hay fregonas y mochos a retorcer, cosa muy conveniente, y por eso los cubos llevan lo de retorcer. Somos españoles e improvisamos. Puestos a dilatar, dilatamos lo que haga falta. «Limpiezas Gonfersa» empieza a ofrecer PCR’s de orto para darle salida al stock de mochos.

Piénsalo detenidamente. De nada.

Lo único, que los microscopios actuales no iban a valer y al final tendríamos que comprarles a los chinos microscopios tamaño Dodge Dar ¡Otra vez que la hemos cagao! Bueno, tenemos el aeropuerto de Castellón que ahí, cabalmente, pones unos toldos por si llueve y te caben mil millones de microscopios tochos y le vamos dando salida a la infraestructura aeroporcularia en cuestión. Sólo queda el detalle de que Leticia Sabater saque disco nuevo sin esperar hasta diciembre ni nada.

Y por eso nos está quedando un 2021 de lo más güeno.