Esta mañana me levanté
Envuelto por la bruma
Amarrado a mi pena
Oh amada Astarté
«Amoasé felí», me dijo Maluma
«Dale alegría a tu body, ¡Macarena!»

Pos vaya mierda de música

Y mi corazón estanco
Se anegó de la lluvia menuda
Que los verdes bosques puebla
¡Ha venido a verme el banco!
Fortuna viene a ofrecerme, sin duda
¡Mierda! Era un banco de niebla…

Qué mala suerte, joder. Otro mes sin hipoteca

Y por eso nada veía
Más allá de mi propia mano
Zurullo, linterna, tablón
Y así me convertía
En sutil poeta urbano
¡Alberca! ¡Zapato! ¡Jamón!

Tablón y jamón riman. Esto de ser poeta urbano maldito está chupao. Voy a decir algo ahí profundo:

Anhelante buceaste por el mosaico de mis ingles, esperando calmar tu fuego y saciar los instintos que asoman desesperados por la catarata aguamarina que vive en tus ojos. No te dejo hacerme más la depilación brasileña con cera, que eso quema. Psicópata de mierda.

Fuá! Lo voy a petar con venas que enraízan en la corriente de tu sangre tibia al cero con cinco y la piel de tu espalda que se estremece candorosa y febril, y eso. Vaya chollo!