O al menos eso decía mi abuelo, que en paz descanse. Claro,  que también renegaba del agua en favor del vino argumentando que la primera «pudre la madera y estropea los caminos»…

Aún así,  con la que está cayendo, a poco que uno esnife con moderación la prensa  mañanera le entran unas terribles ganas de ir a comprarse una partida de paraguas, chubasqueros y toldos varios, no sea el demonio, mire usted, que la cosa vaya a mayores (que puede ir, oiga).

La cosa está malita: sube el paro, nos tiran de las orejas desde medio mundo (el otro medio está más jodido que nosotros), financiamos operaciones a conciudadanos del mundo civilizado que, mira tú por donde, es llegar a Benidorm, y ponerse malitos de la cadera, del corazón o de lo que pinte y, claro está, aquí los arreglamos a conciencia para que luego se recuperen en el apartamentito de la playa que, a su vez, han alquilado a compatriotas suyos. Es lo que tiene ser tan guays. De otros temas fundamentales como la enseñanza del árabe como segunda lengua extranjera, mejor ni hablamos. Eso sí: hay que reformar ¡Pero ya! el tema de las pensiones y congelar todo lo congelable, por que para estas fruslerías ya no alcanza el leuro.
Por otras partes, en aras de la creación de empleo y el fomento de la cultura, instalamos en medio de la plaza del ayuntamiento de Jacarandal del Ojete, pueblo de 16 habitantes mal contados,  una estatua en homenaje al «Zurullo Multicultural Rampante» hecha con latas de callos oxidadas coronadas por una tapa de WC, creación excelsa  de un autor de renombre y reconocida adhesión inquebrantable al régimen de turno. Mientras tanto, el Tío Nicasio no sabe si descojonarse viendo el truño artístico, darse a las bebidas espirituosas en la tasca del Nemesio, o ahorcarse directamente con el cable del ratón inalámbrico.
Otro asunto que mejor no tocamos es el de las 17 administraciones autonómicas, cada una de ellas con 356 Fundaciones para el estudio del Orto, 46 Observatorios para la Evolución de la Almorrana Doliente, y 25 Secretarías de la Escojonación Atómica que, a ser posible, se pisen las competencias unas a otras.
Va a ser que, a lo mejor, nuestros gobernantes deberían hacer la lista de la compra antes de ir al súper, que si no ya se sabe que inicialmente ibas a comprar patatas y huevos y al final te traes unos chicles de morcilla, un plumero para limpiar radiadores y siete cajas de condones con sabor a menta. Y claro, luego no hay deidad del Olimpo que se trague la tortilla. Pero bueno, siempre nos quedará la Esteban para hacernos pollo.
A ver si iba a tener razón mi abuelo con lo del agua…