Lo de cambiar de profesión y de vida y de tó, después de veintitantos años, es una cosa muy curiosa. Porque claro, de repente te ves ahí, buscando tus cositas laborales, y resulta que no tiene nada que ver con lo que era este tema en los años 90. De aquella, el trabajo se buscaba por medios primitivos, como por ejemplo, arrebuscando en el periódico y, boli Bic mediante, rodeando con un círculo los trabajos que fueran menos mierdosos. Ahí, con expectativas ante la vida.

También estaba el sistema de ir a las oficinas del INEM. Se dice que en España, más de seis personas encontraron trabajo por aquel procedimiento entre 1990 y 1998. Luego había métodos más tradicionales como por ejemplo que alguien te enchufara o enchufase en el puesto, que por otra parte es una bonita tradición que ha llegado intacta hasta nuestros días.

Pero ahora va todo por aplicaciones y páginas Güé de buscar trabajo. Eso es la repera y la repanocha. Tú metes ahí tus datos y tus cosicas, y las múltiples mierdas que sabes hacer, y te van saliendo los trabajos para los que eres muy mayor, o muy joven, o para los que tienes demasiada experiencia o, por el contrario, necesitas más. Que oye, hasta aquí, bien.

El problema surge cuando tienes que adivinar de qué cojones es el trabajo que te están ofreciendo. Porque claro, antes en las ofertas de empleo ponía:

«Para importante empresa líder en el sector de desatascar tuberías y cloacas de mierdas, roñas y miasmas en general, búscase pocero con buena presencia y don de gentes. Se valorará experiencia, tener pala y katiuskas propias, y conocimientos de francés»

Eso daba gloria de verlo, porque quedaba clarísimo de qué iba la cosa y lo que valoraba la empresa líder en el sector entre los candidatos. Pero claro. Ahora te llega un correo electrónico de la internete, que reza así:

«Senior consultant en Digital & Content Planner Gromenagüer». Claro, tú ves esto y dices: «¡Hostia! En esto pagarán por lo menos mil cien pavos brutos!»

Ahora viene la parte que mola, que es saber de qué pollicas es ese trabajo, y para ello sigues leyendo:

«¡Hey! En nuestro Departamento de Polling and Consulting estamos buscando un developer senior con experiencia en Tuerquing y manejo de los inputs en el chambering del Social Media & Calceting. Y además, en nuestra oficina, donde vas a echar más horas que Pepe er Hioputa, ¡Tenemos futbolín y Ping Pong!»

Lo de echar más horas que Pepe el hijoputa te ha quedao claro. Y que hay futbolín y ping pong. Pero por lo demás ¡Amos, no me jodas! Eso se lo han inventao todo, pero fijo. A ver, que es que te imaginas al que estaba antes en ese puesto, sin saber qué coño hacer cada mañana porque no sabe en qué cajón están los inputs del chambering. Eso desmoraliza a cualquiera, y forzosamente acabas capeando la depresión tratando de echar la mañana jugando al Candicrás con la computadora.

No. En serio: dan ganas de escribir ná más que pa preguntar si el anuncio en cuestión es en serio o se lo han inventao pa echar el rato. En plan: «Oiga, pero aquí mayormente ¿Qué pollah é lo cai casé?» Es que me veo en la entrevista de trabajo:

-Hola buenas. Que venía por el puesto de Senior Consultant en Gromenagüer Dolby Surround Hybrid System. Pero ante todo quiero dejar claro que yo los inputs me los traigo de mi casa lavaos y planchaos, que luego las manos van al pan. Y otra cosita le digo: ¡Ojo cuidao! ¡A mí nada de factorings en el Chambering, que lo llevo fataling y me se descolocan los chakrings!

-¡Oiga! ¿Cómo se atreve?

-Ha empezao usté con ese anuncio de mierda

Y es que, si algo sigue vigente, carísimos/as hermanos/as, es aquel bello verso que dice: «¡Está la cosa muy mala!»

 

 

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